Después de todas esas cosas que pasaron con Coriana quería simplemente desaparecer, quería que viniera una liebre gigante y me llevara saltando y rápido y saltando y rápido y saltando y muy muy rápido muy lejos, demasiado lejos, mil quinientos cincuenta y ocho kilómetros de acá. O que hubiera un terremoto y la tierra se abra, y me trague y me lleve con los gusanos, con las lombrices y algún que otro castor.
Pero no, no paso. Y sabía que no vendría un hada madrina del cielo a sacarme de la situación. Esteban sabía de mis ocultos sentimientos, Coriana era todo lo que deseaba ser y no era. Estaban esto, Coriana lo otro. Esteban. Coriana. Estaban y Coriana. Amor. Noviazgo. Igual a: BLANCA MATATE, ANIQUILATE, ANDATE A VIVIR A MONGOLIA!
En ese momento hubiera sido feliz si mi mamá encontraba trabajo en China. O mejor si fuera en marte. Mi mamá necesitaba un trabajo y no me podía mantener, somos tres hermanos. Papá y mamá están separados. Papá tiene una novia y con su novia una nena de tres años y se llama Camila. Mucho más linda que yo. Es rubia de ojos claros. Y yo, yo soy castaña. Y yo, yo tengo ojos marrones. Y soy fea. Y tengo aparatos. Y no soy flaca como una escoba, soy normal. Pero tengo un par de rollitos cuando me siento. Y Coriana no. Y Camila no.
Lo único que tengo en la vida es mi mamá. Que siempre nos peleamos.
Y mis dos hermanos que son más chiquitos y no entienden nada. Sofía tiene cinco y Emanuel siete. Yo tengo doce. Pero mamá me vive diciendo que soy muy inmadura para mi edad, que parezco de nueve. ¡No! No soy inmadura, solo que no quiero crecer jamás. No soy caprichosa,solo que quiero un poco de atención. No soy celosa, solo quiero que lo mío sea mío y de nadie más. No soy pesimista, solo soy realista y no me imagino el mundo como las demás chicas.
No me gusta jugar con muñecas y jamás me gustó y jamás me va a gustar. Las muñecas son irreales, son mentiras. Son un mundo de plástico que enseñan a las chicas que existe la perfección. Las muñecas son Corianas. Y todas las chicas quieren ser Corianas. Pero muy pocas pueden. Nulas. Digo muy pocas porque ese año conocí a Coriana y empecé a creer casi en la perfección.
Los días de escuela me sofocaban. Estaba todo el día con Meriana o sola. Porque Meriana tenía otras amigas. Yo no, yo solo la tenía a ella. Pero no me molestaba columpiarme sola, o llevarme un libro para leer.
Jamás me gustó Rapunzel, La bella durmiente, Cenicienta, y todas esas Corianas que tienen final feliz y eterno. NO NO NO NO NO ! No existe el "y vivieron felices para siempre" la felicidad eterna no existe.
Muchos van a pensar que para tener doce años soy muy pesimista. No soy pesimista soy realista
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TU OPINION!