Una alarma se mezclaba entre los sueños de Elias. Abrió los ojos y lo primero que vio fue el techo, la habitación estaba completamente oscura a pesar de que ya era de madrugada, Elias se levantó y se puso su tapado marrón. Su casa estaba toda oscura, el sol estaba cubierto por extensas persianas de metal. Elias encendió un cigarrillo y fue directo a la habitación de Amelia. Amelia se levantó, peinó un poco su largo cabello pelirrojo y bajó las escaleras.
-Al fin, Amelia, vamos a buscar algo para desayunar, vestite, no olvides ponerte tu traje.
Amelia se quejó, odiaba el traje, pero sabía que si no se lo colocaba podía sufrir de afecciones de la piel por la radiación, entre otras consecuencias.
Amelia y Elias salieron al barrio, estaba completamente desierto, las casas estaban sin vida, se las notaba destruidas, devastadas por los constantes, tremendos y devastadores movimientos en la tierra, tsunamis, cambios contantes de clima que habían ocurrido los últimos meses. No todos habían tenido la misma suerte de Elias y Amelia, como por ejemplo la esposa de Elias, la madre de Amelia.
Elias caminaba por los escombros de la mano de Amelia, buscaban algo de comida en el mismo supermercado vacío de siempre. Habían pasado ya dos meses del acontecimiento y eran unos de los pocos seres con vida en aquella ciudad, los sobrevivientes ya se habrían mudado a otras ciudades menos afectadas. Elias no podía, no podía dejar la ciudad que lo había visto crecer, donde había conocido a su esposa ya muerta.
-Vamos, Amelia, ya tenemos algo de comer, volvamos.
Amelia asintió con la cabeza, mirando a su padre a los ojos, tenía los mismos ojos grandes y azules como el cielo que tenía su madre.
Llegaron a su casa, ya casi estaba oscureciendo. Empacaron sus pertenencias importantes y subieron al auto. Decidieron viajar, para encontrar esa ciudad utópica de la cual habían oído hablar. Elias tomó fuerzas para dejar la ciudad donde había crecido, donde había conocido esas personas que le llenaron toda su vida de felicidad y que hoy ya no estaban, decidieron por fin viajar debido a que ya faltaba poco para el diciembre 21 de 2012. El día del fin. El día en que las personas que habían sobrevivido a los atentados previos, según decían, iban a caer también. Nadie sabía su destino, ni Elias, ni Amelia, ni nadie. Era cuestión de esperar su porvenir, mientras tanto decidieron viajar y abandonar su ciudad.
Las horas pasaban y Elias y su hija seguían viajando, no emitían palabra, Amelia miraba por la ventanilla, el sol estaba muy fuerte, el calor aumentaba cada vez más. Faltaban tan solo dos días para el 21 de diciembre. No tenían miedo, solo curiosidad. Después de un largo día viajado llegaron al refugio, Elias se bajó con algo de miedo, tenía como siempre su largo tapado marrón, tomó de la mano a Amelia, encendió un cigarrillo y se encontró frente al gran portón de metal, el cual medía lo equivalente a un edificio de ocho pisos, aproximadamente. En aquel lugar habían algunos refugiados, todas aquellas personas temían del hecho que ocurriría en dos días.
20 de diciembre. 11:30 p.m. Amelia intentaba dormir, como su padre le había dicho, pero no lo podía lograr. Estaba inquieta, nerviosa, con un poco de miedo. El único hecho que la motivaba era el hecho de reencontrarse con su madre, la que ya no veía hace muchos meses. Elias tampoco podía dormir, 11.43 p.m., marcaba su reloj. Miró a Amelia, la vio dormir, y allí mismo vio dormir a su esposa, tal vez tanta espera valía la pena, intentó consolarse. Encendió un cigarrillo y recordó momentos dorados, cada minuto que el reloj marcaba era un minuto más cercano a lo desconocido. Elias sentía algo inexplicable, algo que no se puede expresar con palabras, no había espacio para tanto vacío. El reloj marcó las 12:00 p.m. Elias no tuvo si quiera tiempo de respirar, que todo se oscureció, sentía poco y de lo poco que sentía era miedo. No podía ver, era como sueño, pensó que tal vez estaba en un sueño, en una pesadilla, pero no era así. Al final del camino oscuro, vio una luz. La luz lo llenó de esperanza y de nervios a la vez, sentía ansiedad, por un momento pensó en Amelia. La luz cada vez se acercaba más y más, hasta que llegó a sentir que la rozaba. Al atravesar esa luz, tuvo muchos sentimientos raros a la vez, lo primero que vio fue un hombre, un tanto descuidado, vestido muy precariamente, el hombre tomó a Elias y se lo dio a una mujer, vestida algo más elegante, pero algo así como antigua. Elias parecía un muñeco, manipulado de todos lados, las personas parecían gigantes vestidas con harapos. Tenía miedo, no entendía que sucedida. El hombre que lo había sostenido en un principio comenzó a hablar en un extraño idioma. La mujer lo sostenía en sus brazos, Elias se sentía completamente débil, y ahí logró comprender. Era la segunda oportunidad, la oportunidad de hacer las cosas bien. La humanidad había comenzado de nuevo.
Viste cuando alguien te hace sentir completa? Bueno, ese es Esteban. Todos tenemos un Esteban, no? Bueno, no quiero decir que a todas les gusta Esteban. Quiero que decir que todos tienen, a su manera, lo que para mi es Esteban. Diría "Nadie me puede entender", pero mejor digo "nadie que conozca me puede entender". Se que hay bastantes en mi situación, se que no soy la única, no me quiero sentir sola. Pero no conozco a nadie que me entienda. Mamá tiene problemas de trabajo, está mal económicamente y me tengo que mudar con papá por un tiempo. Pero mis dos hermanitos se quedan con mamá y yo me voy sola con papá. Mamá, podía ser cualquiera de los tres que se mude con papá... esa tenía que ser yo. Es obvio que me quiere menos, digo... soy la oveja negra. Estoy a una cuadra del colegio y eso es bueno, me mudo mañana. La casa de papá es grande y tengo un cuarto para mi sola y eso esta bien. Igual me gustaría compartir la casa con mamá y mis hermanitos. Pero bueno, así es mi vida ¿No? Así es la vida de Blanca, no soy una Coriana. Hablando de Coriana, no hable de Coriana. ¿Ella? Se empeña en arruinarme un poquito más la vida y me carga por mis defectos físicos. Estoy cansada de que me diga gorda, estoy harta. Me lo repite todo el día ¿Y qué le voy a decir? Si es flaca, como una escoba. Estaba pensando... no.... y qué tal si bajara unos kilitos. Digo, para que Coriana no me cargue más. Ser flaca como Coriana o un poquito más. Estaría bien, supongo. Me querría un poco más de lo poco que me quiero, me sentiría un poquito mejor conmigo misma. Lo voy a intentar, de última si bajo un poco de peso lo voy a escribir acá. Como siempre, mi diario, el único que me escucha sin juzgarme por mis pensamientos.
Se hizo costumbre ver a Esteban con Coriana. Ya no me molesta, si nunca hubiera estado conmigo. Si yo no soy así, como Coriana. Yo no soy de plástico, no tengo una vida de plástico, asquerosamente perfecta. Con un chico perfecto, amigas perfectas que darían todo por ser yo, con padres perfectos, pelo lacio y perfecto, cuerpo flaco y perfecto, ojos perfectos, todo, por donde mires, todo perfecto, todo de plástico, todo como una barbie, todo como una princesa de Disney.
Otra vez trataba de hablar con mi mamá, en vano, por supuesto.
- Hola Blan, ¿cómo te fue en el cole?
- Normal... má no me gusta el curso... me quiero cambiar de colegio.
- Haaay Blan no digas estupideces, tenes mil amigos
- No má, no tengo amigos....
- Meri
- Y?
- Hay no se Blan, no digas esas cosas, sos tan tonta Blan...
- Nadie me entiende mamá, todos me cargan, Meri se va con las populares...
- Y llevate con las popus, es lo mejor
- No mamá, son huecas, putas, analfabetas, de plástico.. no quiero ser así. Por favor má, cambiame...
- Blan no puedo ahora, tengo que ir al gym.
- Má.... por favor... por favor te lo pido así, de rodillas
- Chau.. cuida a tus hermanos!No le abras a nadie!
Nunca. Nunca jamás voy a lograr que me escuche. Nunca nos ponemos de acuerdo. Nunca le cuento mis cosas.
Mi vida, bueno. Básicamente mi vida es así:
Me despierto a las 6 de la mañana. Desayuno. Me cambio. Voy a la escuela. En clase presto atención y en el primer recreo leo un libro hasta que vienen el grupo de los populares a gritarme insultos y pasar de mano en mano mi libro, y en el segundo estoy con Meriana. Me siento con Meriana aveces pero generalmente sola y atrás de todo. Atrás de todo para ser invisible. Como soy, invisible. Siempre lo fui. Soy invisible pero no transparente. No. Soy invisible pero oscura. Blanca me llamo pero soy negra. Nadie puede ver mis sentimientos, nadie, ni mamá, ni Meriana, ni Esteban, ni nadie. Aveces ni yo puedo. Los guardo en un cajón, un cajón cerrado, un cajón con llave y candado, y la llave... la llave no se quien la tiene.
Después de todas esas cosas que pasaron con Coriana quería simplemente desaparecer, quería que viniera una liebre gigante y me llevara saltando y rápido y saltando y rápido y saltando y muy muy rápido muy lejos, demasiado lejos, mil quinientos cincuenta y ocho kilómetros de acá. O que hubiera un terremoto y la tierra se abra, y me trague y me lleve con los gusanos, con las lombrices y algún que otro castor.
Pero no, no paso. Y sabía que no vendría un hada madrina del cielo a sacarme de la situación. Esteban sabía de mis ocultos sentimientos, Coriana era todo lo que deseaba ser y no era. Estaban esto, Coriana lo otro. Esteban. Coriana. Estaban y Coriana. Amor. Noviazgo. Igual a: BLANCA MATATE, ANIQUILATE, ANDATE A VIVIR A MONGOLIA!
En ese momento hubiera sido feliz si mi mamá encontraba trabajo en China. O mejor si fuera en marte. Mi mamá necesitaba un trabajo y no me podía mantener, somos tres hermanos. Papá y mamá están separados. Papá tiene una novia y con su novia una nena de tres años y se llama Camila. Mucho más linda que yo. Es rubia de ojos claros. Y yo, yo soy castaña. Y yo, yo tengo ojos marrones. Y soy fea. Y tengo aparatos. Y no soy flaca como una escoba, soy normal. Pero tengo un par de rollitos cuando me siento. Y Coriana no. Y Camila no.
Lo único que tengo en la vida es mi mamá. Que siempre nos peleamos.
Y mis dos hermanos que son más chiquitos y no entienden nada. Sofía tiene cinco y Emanuel siete. Yo tengo doce. Pero mamá me vive diciendo que soy muy inmadura para mi edad, que parezco de nueve. ¡No! No soy inmadura, solo que no quiero crecer jamás. No soy caprichosa,solo que quiero un poco de atención. No soy celosa, solo quiero que lo mío sea mío y de nadie más. No soy pesimista, solo soy realista y no me imagino el mundo como las demás chicas.
No me gusta jugar con muñecas y jamás me gustó y jamás me va a gustar. Las muñecas son irreales, son mentiras. Son un mundo de plástico que enseñan a las chicas que existe la perfección. Las muñecas son Corianas. Y todas las chicas quieren ser Corianas. Pero muy pocas pueden. Nulas. Digo muy pocas porque ese año conocí a Coriana y empecé a creer casi en la perfección.
Los días de escuela me sofocaban. Estaba todo el día con Meriana o sola. Porque Meriana tenía otras amigas. Yo no, yo solo la tenía a ella. Pero no me molestaba columpiarme sola, o llevarme un libro para leer.
Jamás me gustó Rapunzel, La bella durmiente, Cenicienta, y todas esas Corianas que tienen final feliz y eterno. NO NO NO NO NO ! No existe el "y vivieron felices para siempre" la felicidad eterna no existe.
Muchos van a pensar que para tener doce años soy muy pesimista. No soy pesimista soy realista
Tu imperfección.
Fui a mi colegio nuevamente, era martes. Segundo día de escuela. Había una nueva alumna, OH SI!. No quería nueva alumna... no no no!. Me conformo conmigo y con tener a Meriana (mi mejor amiga desde... emh, siempre). Entró. Tenía pelo largo y lacio que le cubría la espalda y casi le llegaba hasta la cintura, ojos verdes, era alta y flaca como una escoba. No podía ser peor, bueno, si podía... lo peor de todo era que era muy buena persona. No había chico que no se sienta atraído hacia ella, bueno hasta su nombre era perfecto. Se llamaba Coriana. Le decían Cory. Si, hasta un apodo perfecto, todo absolutamente todo perfecto, ella era perfecta. La odiaba, la odiaba mucho. No había razón para odiarla, eso era lo peor. Era buena, linda, deportista... no era inteligente, le iba mal y no hacía las tareas pero eso en mi colegio era clacificado como bueno, los que les iban bien eran nerds. Yo, yo era considerada nerd, en mi colegio era casi invisible, practicamente. Casi porque solo notaban mi existencia cuando alguien no hacía las tareas, siempre las hacía. Siempre. Y los demás no, los demás me la pedían a mi, gente que odiaba o que ni me hablaba. Siempre la paso. Siempre. Pero me molesta, la paso porque sino soy mala compañera. Pero me molesta, lo odio, lo detesto, lo aborrezco, todo.
El miércoles, de la siguiente semana missterperfección me vino a hablar. Lo único que habíamos hablado era para que me pidiera la tarea de inglés todos los queridos miércoles. Así que, mientras se acercaba me puse a pensar una respuesta productiva, una de mi verdadera yo, de mi verdadera Blanca.¿Mencione que mi nombre es Blanca? Si, es un nombre horrible ya lo se, por eso sera que soy fea e invisible, porque si decís color invisible, lo primero que te sale a la mente es blanco, el blanco no es invisible.. es casi invisible. Por eso yo soy casi invisible. Porqué, porque BLANCA, por que no celeste, azul, violeta hasta verde, PORQUE BLANCA! porque el color invisible! el más feo!.
Bueno, entonces en mi cabeza me rodeo algo como así, que planee decirle:
No,no te voy a pasar la tarea. Hacela vos. Ya que sos misterperfección que te salga eso. Pero no, nunca haces la tarea porque sos REHUECA y nunca vas a triunfar así en la vida, porque sos ESTUPIDA! y te ODIO! y no me importa nada de nada de lo que pienses. Tengo una vida y una personalidad. Comprate las tuyas! SOS MIERDA CORIANA, PURAAAAA! TE ABORREZCO!.
Eso después de idas y vueltas quedó. Pero cuando vino, esta fue la verdadera conversación:
- Holaa blanqui! :)
- emhhhh.... emhhhh....
- ...
- emh... tomá *alcanzandole la tarea de inglés*
- nono blanquis, no quiero la tarea eeeh :D
- ...
- quería hablar con vos...
- ....
- bueno mirá, te gusta este chico de ahí
Mire donde me señaló, era Esteban ES-TE-BAN! Morocho, de ojos celestes y con anteojos. Era el amor de mi vida desde chica. Era hermoso. HERMOSÍSIMO. Bueno, no era tan lindo según Meri y las demás. Pero para mi, para mi que soy diferente a todas era el amor de mi vida. Sentía algo incomparable por el. Pero le dije esto:
- No..... porque
- porque el si de vos!
- NONONO mentira es mentira.
Ningún chico se fijaba en mi, y menos Esteban. Pero medio que me lo creí y medio que no.
- siii
Y se fue, se fue. Y me quede con la duda. Me acerqué y trate de borrar mi timidez pero no pude. Cuando estaba cerca de el me quede muda y me dijo -JAJJA te la creíste? si sos refea!-
No no no no no no. Me fui. No no no no no no no no no. Llorando. No no no no no no.
Le conté a Meriana y me dijo que era un tarado, que no podía gustar de el.
Ya se ya se. Pero no puedo.
Ahorre fuerzas y fui a hablar con Coriana.
- CORIANA! me mentiste! porque!
- haay perdón me confundí, gusta de mi no de vos. Y somos novios
Mi mundo se cayó y se dio cuenta de que el sufrimiento solo empezaba con la nueva, con Coriana, con missperfección, porque ALGUIEN o ALGO siempre nos manda a alguien para que nos arruine la vida, para que nos haga sufrir, y haga creernos que la vida no sirve.
Bueno resulta que hace unos años conoci una pareja que se llaman Federico y Natalia, enseguida quise saber mas y los agregue a facebook. Comencé a obsesionarme con esa pareja, leía todo e investigaba todo de cada uno de ellos. Leia el muro a muro, veia las fotos inspeccionaba a donde iban. Una vez por pura casualidad los vi en ramos y comencé a seguirlos,tenia mi camara asi que comence a tomar fotos. Las subi en un blog anónimo que tenia inspecciionando todo lo que hacian y contando su historia (se llamaba natarico-love) despues comence a seguirlos mas y mas seguido, se hacia costumbre. No podia evitar sentirme completo viendo como expresaban su amor. Sentia como si fuera yo el protagonista de esta historia de amor!Me hacia feliz.bueno resulta que despues de poco tiempo sabia absolutamente TODO de ellos, sabia que hacian, donde lo hacian, como lo hacian TODO! mi vida se basaba en saber mas y mas de ellos, tomarles fotos, escribir su historia, escribir que habia pasado ese dia, estaba realmente enfermo pero me sentia bien. Una vez fui a un boliche y lo encontre a el, al verlo deje todo: a mis amigos ... mi chica ... el baila todo! y llosegui sindecirle nada a mis amigos: y resultaque lo vi bailando demasiado cariñoso con otra mujer; comence a tomar fotos y fotos hasta que se besaron y siguieron bailando toda la noche. Apenas se fueron los segui y se fueron a sus casas asique yo tambien me volvi a la mia. Que hice? mande un mail anonimo con las fotos a Natalia. Depsues me entere que terminaron. ME QUIERO MATAR! esa pareja era mi vida llavaban tres años juntos de puro amor y yo dos años y meses siguiendolos ahora no tengo vida y no se que hacer!!!!! me siento una mierda!!!!!
-Bueno aca vimos una historia anónima de este señor, en mi opinión se tendría que comprar una vida... bueno si queres opina vos. Esperamos tener la continuación de esta historia muy pronto :D(!) Apenas la tengo la publico. El usario de este buenhombre es: FN_D128 (anda a saber porque) Bueno nos vemos :D
Antes que nada me voy a presentar, hola. Soy Blanca. Tengo 15 años. No soy como cualquier chica de 15 años. Las chicas de mi edad hacen pijamadas dcnde se sacan fotos. se maquillan de colores fuertes, hablan de chicos y compiten. No, nunca fui asi. Nunca fui normal. Cuando las otras chicas jugaban a las barbies yo leia libros. Cuando hablaban de chicos, yo hablaba problemas mundiales. Cuando se pintaban los labios yo iba a mi jardin y miraba los comportamientos de las hormigas. Mientras ellas se vestian con tacos, pollera y peinados extrabagantes yo me ponía zapatillas, un sweater y me hacia una cola de caballo.
Yo no soy como las demás, para contarles como empecé a tener muchos problemas. Los personajes que tienen que tener en cuenta son Coriana {la chica perfecta, el trauma de mi vida}, Esteban {el amor de mi vida} y Meriana {mi mejor amiga}.
Esta es mi vida, mi historia, mi pasado y mi presente. Simplemente Blanca.